A menudo pensamos que el patio de la escuela es una zona de libertad, una zona donde los y las niñas pueden jugar sin límites en cualquier lado. Pero si observamos con atención, veremos que los grupos y los espacios están muy desequilibrados, y que hay criaturas que pueden sentirse excluidas.
Con el objetivo de mejorar la escuela Allende Salazar, queremos poner en marcha una reflexión sobre el patio de juegos. Nos gustaría que el patio fuese un lugar coeducativo, interesante y enriquecedor para todas las personas que lo usan, y en ese sentido, queremos recoger las opiniones de toda la comunidad escolar.
Nos gustaría implicar en el proceso que se desarrollara en noviembre, diciembre y enero, a todo el alumnado, el profesorado, los y las educadoras del comedor, el resto del personal y las familias, ya que creemos que para conseguir cambios profundos es necesaria la participación de todas y todos.