La Asociación de Padres y Madres de Allende Salazar cuenta con una Comisión de Protección a l@s Niñ@s. Esta comisión desarrolló un protocolo para prevenir, detectar a tiempo y abordar la violencia, cuyas características se detallan a continuación.
Tanto el Colegio Público Allende Salazar como su Asociación de Padres y Madres establecen muy pocas líneas rojas, pero entre ellas destaca la violencia. Aunque históricamente la violencia entre menores no siempre ha recibido atención prioritaria, eso ha cambiado. Para ello, la Asociación desarrolló un protocolo que aborda la prevención, detección temprana y respuesta frente a la violencia que los niños puedan sufrir en contextos deportivos y de ocio.
A pesar de tener múltiples objetivos, el protocolo busca, en resumen, crear espacios seguros libres de violencia, garantizar la diversidad y la no discriminación, y fomentar la participación activa de los niños.
Antes de elaborar el protocolo, la Comisión de Protección a l@s Niñ@s trabajó en definir y clasificar la violencia. Se identificaron tres tipos principales: Autoinfligida, Interpersonal, y la Contextual. Esta última surge de situaciones o entornos asociados al desarrollo de actividades deportivas o recreativas, como instalaciones inadecuadas, falta de normativas de protección o insuficiente formación.
Los espacios seguros se definieron como aquellos que proporcionan “un entorno de buen trato psicológico y emocional, libre de violencia, abusos o explotación, donde las acciones y comportamientos se basen en el respeto a los derechos humanos.” Este concepto es central para garantizar el desarrollo integral de los niños.
Para evitar la violencia, la Asociación nombró un Responsable de Protección a l@s niñ@s y estableció una Comisión de Protección. Además, se crearon normativas específicas para los agentes implicados y se diseñaron los protocolos correspondientes.
Un aspecto clave del protocolo es el procedimiento a seguir en caso de detectar situaciones de violencia. Cualquier persona que detecte o sospeche una situación de violencia contra un menor tiene la obligación de comunicarlo. Una vez notificada la situación, el protocolo se activa y sigue estos pasos:
a) La persona que conoce o sospecha de la situación informa al Responsable de Protección a l@s niñ@s, aportando toda la información disponible.
b) El Responsable de Protección inicia el procedimiento en un máximo de tres días hábiles desde la recepción del aviso.
c) Se notifica a la persona señalada el comportamiento inadecuado del que se le acusa.
d) El responsable propone las medidas cautelares que considere oportunas al órgano competente, dependiendo de la gravedad del caso.
e) Se elabora un informe con toda la información recopilada y se remite a las autoridades pertinentes, si corresponde.
f) Si el caso incluye situaciones tipificadas como delito en el Código Penal, se informa al denunciante sobre la posibilidad de acudir a las autoridades competentes.
g) Si el procedimiento concluye, se redacta un informe final para dejar constancia de los hechos.
Quienes deseen conocer los detalles completos del protocolo pueden consultarlos aquí.